Yo solía ir al apartado hace varios lustros y no éramos más de veinte personas interesadas. Después llegó la tele, empezaron a cobrar veinte duros y la cola daba dos vueltas a la plaza. Los toros dejaron de interesar y lo importante eran las cámaras y la cara que había que poner. Además, con suerte, te entrevistaban.
Desde ese momento dejé de ir, y ahora, por lo visto, las cosas se han vuelto a normalizar. A lo mejor vuelvo.
Si vas a dejar un comentario antitaurino, de verdad, no merece la pena. Ya sé que no te gustan los toros. Hay mil foros en los que podrás exponer tus quejas. Si te vas a meter con alguien sin fundamento, tampoco lo intentes.
Yo solía ir al apartado hace varios lustros y no éramos más de veinte personas interesadas. Después llegó la tele, empezaron a cobrar veinte duros y la cola daba dos vueltas a la plaza. Los toros dejaron de interesar y lo importante eran las cámaras y la cara que había que poner. Además, con suerte, te entrevistaban.
ResponderEliminarDesde ese momento dejé de ir, y ahora, por lo visto, las cosas se han vuelto a normalizar. A lo mejor vuelvo.
Un abrazo, Juan.
Marcelo