Se acabaron los toros, empieza el Estudiantes. Ya había ganas.
Muchas cosas nuevas. La más importante, quizás, la vuelta de Pepu.
Y muchos fichajes con otra vuelta: Carlos Jiménez, que sigue siendo, a sus 35 (que tampoco es tanto, leche) un pedazo de jugador que siempre está donde tiene que estar. Verlo defender, un espectáculo, oiga.
El puntal, se supone, Antoine Wright. Hace cosas sensacionales y anota con cierta facilidad. Le encanta el uno contra cinco pero del primer partido que vi en la pretemporada, en Salamanca, hasta hoy, parece que va pillando que así se juega con mucha desventaja. La anécdota: en sólo dos jornadas ya fue capaz de lograr un registro histórico, el de peor valoración en un partido ACB con -19. No importa, eso sólo hace que lo queramos más. La D enseguida empezó a llamarle Antonio y él miraba extrañado preguntándosé quién coño era ese Antonio. Ahora ya sabe que es él. Y se ríe. De hecho, se ríe mucho desde el primer día. Eso es bueno, ¿no?
Cedrid Simmons no se ríe tanto. Es normal. Lo fichamos como cinco
comeniños que se iba a inflar a rebotes y de momento, nada. O poco. Tres rebotes por partido no es una gran marca. Seguro que espabila. Dice Pepu que la pretemporada termina en la jornada 6 ¿? Le quedan dos partidos.
A mí este tío, Luis Flores, me hace mucha gracia. Juega siempre con esa cara. Lo mismo le da estar en el banquillo que en una defensa crucial para el partido. Esa tranquilidad nos tiene despistados. También a los rivales, porque mete puntos con cierta soltura. De lo despacio que lo hace descoloca a sus defensores. Su calma le hizo meter un porrón de tiros libres fundamentales en el partido del pasado domingo. A mí me gusta. Creo que nos lo vamos a pasar bien con él.
También hay fichajes que ya estaban. Vamos, gente que tiene que cambiar de rol (y salen todos en la foto).
Jaime Fernández, el canijo con cara de teleñeco que está abrazado por el rubio largo. De jugar muy pocos minutos a ser el segundo base con mucho tiempo por partido. De ser la sorpresa a ganarse el respeto de la liga. A mí me da que lo va a conseguir. Es muy bueno. Nunca sabes por dónde se la va a liar al base contrario. En unos meses volvemos a hablar de él, que va a haber muchas cosas buenas que decir.
Daniel Clark. Se supone que tiene que ser el año de su explosión y que va a demostrar todo lo bueno que se le intuye y a mejorar en los aspectos negativos. De momento juega menos de lo esperado y con resultados discretos. Sus mejores minutos (asombrosos, la verdad) los jugó contra el Barcelona. Chico, qué facilidad para anotar. Ojalá tenga muchos partidos como ese. Pero con más presencia en pista.
Yannick Driesen. Viene de no jugar dos años seguidos con Casimiro y ha empezado casi igual con Pepu. De los cuatro partidos ha visto tres enteritos desde el banquillo. Sólo salió contra el Barça y no lo hizo mal. Un poco chupón, eso sí. O juega o se nos pierde un tío de 2'15 con una mano espectacular. Lo que no se sabe es si tiene más virtudes. Para eso tiene que salir y demostrarlas. ¿Podrá? Para mí es la gran incógnita del año.
Edu Martínez. Recién subido del EBA, no parece que vaya a tener muchas oportunidades. Es atrevido, tira bien... Ojalá lo veamos más.
Por esas cosas que tiene el baloncesto, nos hemos encontrado con que Germán, en lugar de estar más relajado, se está pegando buenas minutadas y es fundamental en ataque. El bailarín de la zona lo está solventando bien y sus puntos son vitales, ya los meta desde la pintura ya con su
elegantísimo tiro de tres. Por el bien del equipo debería jugar menos. Eso querría decir que todo funciona y él podría jugar con más intensidad.
En lo que va de liga el Estu ha mostrado dos caras antagónicas. Con una nos meten un saco de puntos.
Con la otra los remontamos.
Jugando francamente mal vamos con las mismas victorias que derrotas. Las dos últimas temporadas empezamos con cinco derrotas seguidas, que es algo que nunca anima mucho, y no terminamos mal.
Vamos a ver hasta dónde llegamos este año. Yo apuesto por que jugamos la Copa y los playoff. Pero hay que empezar a jugar mejor, ya. Milagros como los del
domingo pasado pasan sólo muy de vez en cuando.