Javier Beirán defiende a Jospeh Gomis
... y qué mal sabor de boca se queda al perder un partido que Estudiantes ha ido ganando durante 39 minutos y 40 segundos. Es casi peor que pinchar después de una faena merecedora de dos orejas (y no de "pinchar dos orejas", como leemos con frecuencia, que es una cosa distinta).
A este tío, Pancho Jasen, lo sigo adorando (y no veo peligro de que esto cambie en los próximos, pongamos, diez años). Se ha marcado un partidazo con 23 puntos y ¡cinco robos de balón! Pero eso no es lo más importante: el valor de su juego para el Estu no se puede medir con estadísticas a pesar de que en el baloncesto dan una idea mucho más precisa de lo que pasa que en los toros. Un jugador que mete cuarenta puntos suele haber jugado bien (a no ser que haya tirado doscientas veces, que en ese caso ha estado hecho un manta). Sin embargo, un torero que corta dos orejas y hasta el rabo... qué os voy a contar que no hayáis visto.
Otros, como Popovic, lo respaldan con todas sus fuerzas, pero parece que al equipo le falta un pelín de calidad. Yo tengo mis dudas, además, con la dirección desde el banquillo.
En fin, que a pesar de la enorme lucha...
...volvimos a quedarnos con la miel en los labios. Una pena, porque ganar al Unicaja era algo que bordeaba el milagro y ha sido más que posible.