Difícil, sin esos novillos tan bravos que le han salido otras veces. Igual sin viento habría sido otra cosa. Hay gente que se queja de que era muy grande y por eso fueron cogidos los toreros. Yo de esto ni idea, pero me da que la misma novillada con cincuenta kilos menos habría sido exactamente igual. Vamos, que la condición y los kilos no tienen mucho que ver. Insisto, además, en lo del viento.
También hay gente que quiere que se cubra la plaza. Y yo entiendo las razones, mucho más las de los toreros que las del aficionado, pero no me gustaría. Me gusta ver el cielo de Las Ventas.
Creo que los tres chavales estuvieron más que bien. Cada uno en su corte y con sus argumentos, sin olvidarnos de que son novilleros, dieron una tarde de toros muy interesante a pesar del frío y del viento. ¿He dicho que hizo mucho viento?
Rafael Cerro se llevó el gato al agua. Es decir, la furgoneta. Está más toreado y derrochó valor y ganas. Ya lo hizo en la primera novillada. Se llevó al final, además del premio, una cornada cuando ya estaba todo hecho y el novillo con la espada enterrada. Qué mala suerte.
Tomás Campos parece el más "fino" de los tres y ayer era día para pocas finuras. Pero le echó también ganas y no quiso dejarse ganar. Tiene temple y buenas formas. Si viene más veces me alegraré cuando vea su nombre en los carteles.
Brandon Campos, un verdadero jabato. Se llevó una paliza bárbara y se enteró de que llevaba 15 centímetros de cornada en un muslo cuando llegó al hotel. Tiene mucho valor y muchas ganas de quedarse quieto y de llevarse los toros hasta atrás. La foto lo demuestra:
A mí el cartel me gustaba mucho, me parecía muy completo. Aunque al final el resultado no fue el mejor, volvería a verlo mañana encantado. Si hiciera un poco menos de frío, mejor. Eso sí.