¡Ha vuelto el astro!

Natural, originally uploaded by manon71.

La suspensión por lluvia (sin que cayera una gota en mi barrio desde las 12) de la corrida de Las Ventas me ha reventado el plan del blog en la primera semana. Qué poca seriedad. Aprovecho, pues, para sacar del armario (sin segundas) algunas fotos del astro galáctico que, por lo leído, dio ayer una gran tarde de toros.

El natural que abre el post es de los buenos que dio el monstruo en sus últimas presencias en Las Ventas. La foto es del 21 de mayo de 2002, fecha de su última salida por la Puerta Grande. ¿Volverá a cruzarla a hombros el año que viene? Ojalá, pero que sea con más verdad que aquella tarde, que en mi memoria, débil sin duda, no dejó más recuerdo que el de una plaza dominada por un triunfalismo desmesurado.

En esa temporada y en la de 2001 José Tomás hizo cinco paseíllos en Madrid con resultados dispares (tirando a flojos). El 18 de mayo reapareció en Madrid después de una larga ausencia. Se le esperó mucho, muchísimo, tanto que sus primeros lances estimables llegaron cuando la plaza ya estaba en penumbra, casi como en el tango (ya sabéis: “Y todo a media luz...”, que le pega mucho al galáctico).




Luego vino aquello del “indulto” al toro de Adolfo, que le dejó un semblante un poco torcido y a la plaza, a su público se entiende, noqueada por el abandono del hijo predilecto. La segunda foto es de esa tarde, poco después de que sonara el tercer aviso.

En 2002 llegó el triunfo del triunfalismo (perdón) ya reseñado, otra corrida más en la feria y una Beneficencia en la que estuvo francamente mediocre. La foto más importante de esa tarde postrera de JT en Las Ventas (por ahora) es la que cierra este post de urgencia, escrito para olvidarme de ciertos sucesos desagradables que la tarde deportiva de ayer nos trajo y para refugiarme del ¿chaparrón? tan intenso que cayó ayer por la tarde sobre Madrid.




P.D.: Hay unas pocas fotos de JT en Madrid aquí: http://www.flickr.com/photos/naturales71/sets/72157600387519806/. Los tiempos eran otros y mi pericia con la cámara de retratar también. Se ve enseguida.