El de la derecha es Alberto García-Alix.
En las pasadas semanas he leído Moriremos mirando (La Fábrica), una recopilación de todos sus textos, publicados en catálogos o artículos, y el discurso de agradecimiento por el Premio Nacional de Fotografia.
He descubierto, y me ha sorprendido, a un escritor potente, irónico e inteligente que ha hecho que el fotógrafo creciera un poco para mí. Después de leerlo, he vuelto a sus fotografías. Me sigue pareciendo que tiene un buen puñado de ellas extraordinarias (¿Quién coño soy yo para juzgar esto?), pero ahora que conozco las historias que están detrás, casi me gustan más. Lo paradójico es que sus temas me interesan más bien poco. Muy bueno debe de ser o yo me estoy volviendo facilón. ¿Quién sabe?
Si os gusta García-Alix, no lo dejéis pasar. Si no os gusta, dadle una oportunidad. Igual os sorprendéis como yo.
1 comentario:
Pues a mí siempre me ha gustado Alix. Me parece que hace mucho más que capturar el instante, que retrata gentes que cuentan historias y esas historias se ven, casi siempre, en la mirada de esas gentes. En eso me recuerda a otro que yomesé.
¿Qué sabemos de Corea?
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