viernes, 9 de mayo de 2008

Esta mañana he llegado pronto a la plaza

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¡Y he sacado el ojo de pez! ¡Socorro!

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Es un objetivo divertido, con muchas posibilidades (que yo no he descubierto aún), pero un poco peligroso, porque satura enseguida (ya veréis hasta dónde estáis de él al final del artículo).

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Si te pones a mirar desde abajo salen vistas curiosas de la plaza. Los paseantes son de la cuadrilla de López Chaves.

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La Puerta Grande adquiere un aspecto un tanto distorsionado, lo mismo que la fiesta, dependiendo de quien te la cuente.

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Prometo que para la toma de estas fotografías no he ingerido ni una gota del líquido elemento que el operario descargaba con paciencia.

Después de esto lo guardo por una temporada. Me queda una que igual saco en la galería de esta noche, dependiendo de cómo vaya la corrida. Si pasa algo decente, no saldrá. Si no tengo nada que llevarme a la boca, sí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sí, señor, la SUPERFIESTA, dependiendo quién la cuente.