El toreo al revés. Aquí me iba a marcar un "speech" reivindicativo de aficionado pero en el fondo me da pereza. Es lo mismo de siempre. El discurso y lo del ruedo. Los mismos toreros con los mismos toros feria tras feria. Digo yo que en Madrid podrían hacer un esfuercito. Pues no, para qué. El que venga después que arree.
Morante se va cabizbajo, como los morantistas. O no, porque estos petardos suelen reafirmarles en la fe que tan bien ha descrito la Berrendita, esa Zamorana encastada que cuando se pone cuenta las cosas igual de bien que torea José Antonio a la verónica (si se dan todas las condiciones necesarias, claro).
"Es que ha dado dos verónicas que valen la entrada". No, hombre, no. Entre las verónicas de uno y el empaque del otro asfaltamos una autopista hacia el fin. Sin peajes. Toro, toro y más toro. Es lo único que puede parar las apisonadoras.
1 comentario:
Increíbles fotos, me encantan. Un abrazo.
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