Después de los pinchazos. Arriba y sin soltar, pero pinchazos.
Y la diferencia no son las dos orejas que habría podido cortar.
Son los contratos que habría podido sumar. Sumar a cero, porque Sergio Aguilar, que lleva mucho tiempo siendo un torerazo, no tiene NI UN SOLO CONTRATO para esta temporada.
Pero si las corta, ¿qué? Pues nada, a volver en Otoño, con vete tú a saber qué corrida (posiblemente una de las que me gustan a mí, pero que estás de la hostia y te vas sin orejas porque no se ha enterado nadie y no vienes con las orejas cortadas de casa). Y si sale, genial porque repites seguro ya en San Isidro. ¿Y si no sale? Si no sale, volver a empezar por enésima vez. Una antes de la feria, una "mala" en la feria... y así.
Que no voy a decir yo eso de que los "figuras" son muy malos, que sólo matan el mediotoro y tal, pero si os digo que los naturales que ha pegado este tío no los he visto mucho últimamente. La faena de hoy está, seguro, entre las tres mejores del año en Las Ventas.
Otra es la de Alberto Aguilar al Victorino. De la otra... no me acuerdo. Y si me acuerdo es de la de Robleño. ¿Pasará por aquí hoy el de "a ti es que sólo te gustan toreros muy malos"?
A mí me duele mucho que tíos como este no se aprovechen más. Que yo entiendo que si eres empresario quieres toreros que te (medio)llenen las plazas, pero resulta que los empresarios de toros lo son de algo que está en el Ministerio de Cultura. Vamos, que la cosa no debería ir sólo de dineros. Y un torero como Sergio Aguilar debería estar en muchas ferias. Sí, por amor al arte.
La suerte que el año pasado tuvieron Fandiño y Mora para subirse al carro de las ferias se le niega sistemáticamente a Sergio Aguilar. Decía hoy un amigo que tardará más o tardará menos, pero tiene que llegar porque lo que ha hecho hoy (y tantas veces) Sergio Aguilar es el Toreo. Así, con mayúscula.
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