Después de un mes de toros

Pase de pecho, originally uploaded by manon71.

¿Qué me queda después de un mes de toros? Pues lo más importante, un profundo cansancio. Son muchas horas, con algunos ratitos de tensión y con poco descanso. No es lo ideal para paladear las mieles del toreo y, quizás, por eso mi visión de este atracón taurino es tan pesimista.

La prensa especializada jura que la feria y su apéndice han sido de una brillantez sin igual. Aseguran que “El Juli” se ha proclamado el número uno indiscutible del toreo, que Castella lo ha secundado de forma heroica y que Morante, por encima del bien y del mal, es la quintaesencia del arte del toreo. Dicen también que el único fracaso del mes ha sido la “semana torista” y no se acuerdan, a pesar del poco tiempo que ha pasado, del enorme petardo de las ganaderías “de garantías”. A saber: Martelilla, Lagunajanda, Valdefresno, Puerto de San Lorenzo, El Torreón, todo lo de Morante, Domingo Hernández (su apósito Garcigrande) y El Pilar. Como escribo de memoria, no me atrevo a asegurarlo, pero creo que alguna más de este grupo de “antitoristas” (si las otras son “toristas”…) también hizo un ridículo reseñable. Gavira o Salvador Domecq podrían estar entre ellas. Si en un ataque de pureza nos da por analizar cuáles de las que no están en esta lista se lidiaron sin picar, nos quedamos sin ningún nombre en ese elenco de los hierros que tanto gustan a los profesionales. Por suerte, como el primer tercio importa un carajo y se aplaude a los picadores ¡por no picar!, podemos conservar algunas.

“El Juli” estuvo bien con el toro ideal. Lo malo es que creo que estuvo lo mejor que puede estar. Con ese toro no hay ya más Juli que ese. Si ese es el número uno, deja bastante que desear. ¿De una o de dos orejas? A estas alturas ya da igual.

Castella me aburre. No del todo, porque es un buen torero, pero me aburre leer los carteles en los que se anuncia. Nunca aparece en ellos una ganadería que no pertenezca al grupo de las de “extremas garantías”. Eso quiere decir, casi siempre, que a la tercera tanda el bicho se quedará parado pidiendo la muerte con la lengua fuera. Castella se meterá en los pitones y aguantará los parones con valor imposible y sereno. ¿Tiene mérito ese valor ante una res moribunda? Pues claro, lo que no tiene es lo que hago yo, pero tendría mucho más si se enfrentara con toros pujantes y con poder. Mientras se siga anunciando con ese ganado, mi respeto por él y su toreo irá decreciendo. Entiendo que no le importe mucho, así que lo seguiré viendo como un proyecto de gran torero que no quería enfrentarse a toros de verdad.

Aquello de Morante. Pues no sé qué decir. Arrebatado, artista, con genio, pleno con el capote y ligerito y creador (esto es la leche hoy en día) con la muleta. Con los palos mejor que Ferrera, Fandi, Fundi, Encabo, Iván García y otras hierbas rehileteras. ¿Histórico, como han cantado muchos? Pues mira, creo que no. Para que hubiera sido histórico, qué menos que haber cuajado un par de toros de principio a fin y haber dado, como mínimo, UNA tanda de naturales asentados, largos y profundos, tan bellos como él puede darlos, tan bellos como los hemos visto dar este año a Curro Díaz en Las Ventas.

¿Y qué me queda, que era la pregunta inicial de este largo tostón? Pues, sobre todo, la entrega honrada, cabal y capaz de un torero pequeñín con un corazón enorme: Rafaelillo. Nadie me ha emocionado más en la feria. Nadie se ha medido con más éxito con toros de lidia, malos, pero de lidia, en este largo mes. Sinceramente, nadie ha ejemplificado mejor cómo debe ser la fiesta (al menos uno de cada dos días) para que no desaparezca. Con un toro serio, con todos sus atributos (por manso que sea) y un torero con valentía y conocimiento, esto funcionará otros cuatro o cinco siglos más. Con tres tíos jugándose el trono mundial del toreo con una corrida de todo a 100, nos queda un cuarto de hora. Los profesionales prefieren el segundo método. ¿A ver cuánto les luce? Yo, sin duda, me quedo con el primero, que me pone más.

Como arranque de un blog, me ha quedado un poco largo. Con el tiempo iré sintetizando, seguro.