Ayer, por una de esas casualidades de la vida, por el viento, o por fastidiar, los tres novilleros mostraron su predilección por torear casi a contraquerencia del burladero de fotógrafos, pegaditos a las tablas en terrenos del 4 o el 5.
El resultado, para nosotros, fue nefasto. Eso de ahí arriba, donde se ve al toro y al torero pequeñitos en el centro, es la foto media de las faenas de anoche con un cámara Full Frame y un 70-200. Eso, claro, se puede "levantar", recortando el pedacito del centro, pero suele quedar fatal, más todavía con la deslumbrante luz (esto es coña) que alumbra el ruedo de Las Ventas. Trabajar así, la verdad, es frustrante.
Si en lugar de una Full frame se usa una cámara con sensor APS-C, el resultado es este. Un poco mejor.
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