No es mi tarde favorita de El Cid en Madrid, pero para el recuerdo y el deseo de que este año nos de tres tardes sensacionales, vale.
No sé si las fotos palidecen ante el vídeo que me sirve de gancho, si son complementarias o no aportan nada. Eso lo decidís vosotros. Yo, como me dedico a esto, prefiero pensar que son útiles.
Ojo, que va largo. Ahora, que si lo queréis largo de verdad, hay una galería con todas las fotos, ciento quince nada más, que conservo de aquella tarde. Ya sabéis que las "malas" no las guardo así que mantazos no hay. Al menos no descarados, que luego cada uno es muy libre de considerar mantazo lo que le dé la gana.
Algunas de las fotos, claro, ya las habéis visto.
No es frecuente ver así a El Cid antes de que empiece la corrida. Seguro que él ya se olía algo del jaleo que iba a montar.
No estuvo mal con su primero y dio una vuelta al ruedo. Seguía sonriendo. Entre las ciento quince está toda la lidia de ese toro.
Antes de que saliera el segundo, repitió el ritual de siempre.
De capote no he guardado ninguna. O falló él, o yo, o los dos a la vez. Pero vamos, en cuanto cogió la muleta empezó a darle fiesta. Naturales por docenas...
...afarolados...
...distancia...
...la locura: ¡más naturales!...
...adornos...
...júbilo...
...el acabose: ¡naturales con adornos!...
...hasta que se fue todo al vertedero.
Sí, luego quedan los vídeos, las fotos, el recuerdo, pero en ese momento había un tío profundamente desolado y 24.000 personas que se dieron un puñetazo en el muslo cuando la espada encontró el hueso. ¿O no?
No había ya nada que hacer ni que decir.
No creo que las palmas lo consolaran demasiado.
Se fue de la plaza con la decepción marcada en el rostro. El año pasado también. Esta temporada, seguro, va a ser distinto.
2 comentarios:
Qué bonita entrada. Se me han puesto los pelos como escarpias. Y qué ganas de ver al Cid en Cid, como nos gusta.
Seguro que ya queda menos.
Y las fotos... geniales.
Susa
Yo también me muero por verlo, le echo mucho de menos.
Publicar un comentario