lunes, 12 de abril de 2010
El 4: Tigretón
Tigretón, con nombre evocador del delicioso bollo del recreo para la gente de mi generación, resultó ser un gran novillo. Herrado con el 4.
Este es el 54, llamado Garboso, de juego desconocido porque le tocó a "El Pela". La foto está aquí, obviamente, por otras razones. El corral de Las Ventas es muy jodido para sacar las estampas de los toros si quieres (necesitas) que se vean bien, pero a cambio esas luces y sombras tan duras te dan otras cosas. Como estáis hartos de verlas ya sabéis a qué me refiero.
Abrió el paseíllo Román Marcos "El Pela", novillero que una vez se cortó la coleta en Las Ventas (o algo así) y que ahora volvía, supongo que con la mayor ilusión del mundo, a la pelea.
Su apoderado le repitió más de una docena de veces, en plan mantra, "yo creo en tus posibilidades". A mí me da que "El Pela" no creía demasiado. Al final, de pura impotencia, se encaró con el 7. "¡Dejadme en paz ya!", les decía. Los aficionados del tendido no hicieron mucha sangre (mucho caso) y lo que podía haber sido una bronca fenomenal se quedó en un triste silencio con unos leves pitos.
Vuelta a Tigretón, el novillo bravo. Lo tuvo todo. Embistió con codicia, pero también con nobleza. De su comportamiento en el caballo no me acuerdo mucho, la verdad. Puede ser que tomara una decente primera vara y que se pusiera mal en la segunda. En la tercera... ¿hubo tercera? Terminó comiéndose la muleta por más que Ignacio González lo tuvo media hora girando sobre su eje. El novillero tuvo algunos momentos estimables pero se le fue la oportunidad de su vida.
Él cree que se le fue por la espada, que usó muy malamente. Algunos pensaban que no llegó a la altura de Tigretón y que toros o novillos como esos te salen una vez en la vida en Madrid.
Igual en el momento en el que fue tomada esta foto el chico se debatía entre las dos posibilidades.
Pues no. Si lo hubiera dejado en la línea anterior, esto habría sido un claro ejemplo (más) de manipulación fotográfica porque la foto está hecha cuando Tigretón esperaba en los chiqueros y no había presentado aún su seria candidatura a la vuelta al ruedo en el arrastre. ¿Vosotros la pedisteis? ¿Os habría parecido justa?
Cerró la terna un debutante, Gómez del Pilar, que venía con cierta fama.
A mí, que cada vez veo peor los toros, me gustó con el capote. Hay alguna foto mejor, pero en esta me gusta la postura del novillo.
Pues resulta que Gómez del Pilar se llevó el gato al agua (una oreja, la primera del año en Las Ventas). Yo no veía la oreja por ningún lado, pero parte del público se vino arriba con las manoletinas del final de su faena al sexto. Dejó algo más de media estocada que dio con los huesos del toro en la tierra (aunque nada de eso de "rodado sin puntilla).
El novillero y los suyos celebraron la oreja, como es natural. Supongo que, como a casi todos los que están ayunos de apellidos nobiliaros, le vendrá muy bien y le servirá para algo.
La paseó despacito y muy contento. Lo malo de cortarle una oreja al sexto es que si ya no hay mucha gente en la plaza durante el festejo, para cuando termina apenas queda nadie. Esto, en las fotos, queda fatal.
Un carromato de fotos del festejo en la web de Las Ventas.
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3 comentarios:
El Pela metió la pata con el siete, después de haberse cortado la coleta no debió volver. Se vieron buenos pares de banderillas en su lote.
El comportamiento de Tigretón en el caballo no fue destacable, en banderillas se dolió, sin embargo se vino arriba en el último tercio. Fue novillo de dos orejas, uno de esos torosdescubretoreros, uno de esos toros con los que uno sueña para que jamás le toquen.
Discrepo por completo en cuanto al capote de Gómez Del Pilar, ya sé que sale muy bien en las fotos pero las formas… no fueron las debidas. La pierna se debe adelantar, no retrasar, en la foto sale igual pero no es lo mismo. Las bernardinas fueron muy embarulladas y estuvo a merced del novillo aunque le sirvieron para calentar a los autobuseros. La oreja totalmente injusta, así como la vuelta en el tercero.
Venteño.
Yo tampoco estuve atento a Tigretón en varas. En la muleta fue la leche.
Salí de la plaza pensando que habría hecho una pelea decente en varas porque había gente pidiendo la vuelta al ruedo para el novillo.
Gómez del Pilar me pareció el único de los tres novilleros con algo de interés. Está verde, pero intenta hacer las cosas bien. Y tiene valor. Teniendo en cuenta que se presentaba en Las Ventas, me alegro de que le dieran la oreja.
Había novillos que arrastraban el rabo, como el cuarto. Muy basto de hechuras, pero con más trapío que alguno de los del domingo pasado.
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