martes, 3 de agosto de 2010
Una tarde/noche entretenida
Óscar Ruaza enciende el pitillo de Fernando Galindo. Se tiene que pasar regular ahí, aunque sea para torear una amable nocturna venteña.
¿A que no pensabais que los caballos de los picadores calentaban a tal velocidad? Todo es cuestión de bajar la velocidad del disparo. Si se baja más todavía terminan pareciendo Fernando Alonso, pero tampoco es plan de exagerar.
Aquí tenemos uno solo llegando a la frenada.
Cuando a un banderillero le haces una foto desde tan cerca se pone tela de nervioso. Jamás te dicen nada, de hecho, tratan de poner su mejor cara, pero cuando dejas de disparar respiran ya con alivio. Lo correcto es darle las gracias, igual que a los matadores. Lo agradecen. En esta foto, Juan Antonio Maguilla.
Se guardó un minuto de silencio en el que, en realidad, se coreraon consignas tipo "¡libertad, libertad!" y se oyeron adjetivos no exactamente agradables hacia Cataluña. Algunos incluso le pedían a voz en grito a los delegados en el callejón que hicieran algo con los catalanes. ¿?
Los chavales también tiene que pasar su traguito antes de debutar en Las Ventas.
No salió nada mal la tarde, la verdad, sobre todo porque la novillada de Javier Molina fue muy interesante. Éste es el tercero, que a mí me encantó. Encastadísimo, fiero y también noble. Al encierro le faltó, eso sí, poder.
Entiendo que Damián Castaño opine que ese novillo fue un hideputa desalamado, pero no debió de irle mal cuando ha pasado a la final.
Vimos torear, ¡albricias!, al natural. Aquí Luis Martín.
Juan Carlos Rey.
Damián Castaño con el hideputa de antes, que se comía la muleta.
Dos pares sensacionales, como de costumbre, de David Adalid.
Más albricias, ayudados por alto.
Sí, claro, también alguna manoletina.
La parte de la salida airosa del toro todos la llevan bien, muy estudiada.
La de la estocada, regular.
Creo que hubo una buena, pero los chavales perdieron alguna orejita. Doscientas veces al día al carretón.
Esta estampa no sé yo si es muy taurina. Lamento la horterada del blanco y negro y el colorín, pero Mickey no es lo mismo sin sus pantalones rojos.
Pero con la cantidad de chavalería que viene a la plaza en estas tardes tampoco es demasiado rara.
Nota: esto me ha quedado en un tono dulzón entretoroytoro. Disculpen ustedes.
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3 comentarios:
A los toreros hay que tirarles puros y joyas, que es eso de tirar mikimauses.
Perdón, eso era a los toreros, a las bailarinas artistas que necesitan que el toro les ayude lo normal es que les tiren muñequitos y lenceria, nunca me acuerdo que vivo en el siglo XXI.
Sí, estoy bastante de acuerdo en que lo de los ratoncitos no es nada taurino.
sugestivas imágenes patibularias... ¿no te has preguntado nunca por qué del rostro de los toreros no se desprende más luz que la de su traje?
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