Fue el tercero del cartel de la novillada del pasado domingo.
Por suerte, no sufrió como sus compañeros.
Se dio una vuelta al ruedo sin mucha explicación, la verdad. Alguien debería decirles a los novilleros cuando se puede y cuando no se puede dar. Pero, claro, si les jalean los mantazos, cómo les van a negar una vuelta al ruedo con lo importante que es eso en Madrid. ¿Es de verdad importante? No, así no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario