domingo, 5 de octubre de 2008
Buena corrida de Victorino. O no. Seguro que hay quien piensa que ha sido demasiado noble. Yo lo he pensado a ratos. Demasiado noble, sí, y discretita en el caballo, pero una señora corrida de toros.
Ferrera, en Ferrera. A cien por hora.
Me habría encantado estar de acuerdo con la oreja que le han dado a Urdiales. Pero no. Me ha parecido un regalo.
Y me habría encantado que Bolivar hubiera cuajado veinte como estos, pero se empeñó en rematar todos los pases por arriba. Una pena.
¿Que por qué he elegido la foto de ese picador movido y borroso para abrir el post? Porque me gusta, francamente.
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