Excursión morantista a San Sebastián de los Reyes

Rodeado de morantistas, de miembros de la extinta peña antiguamente secreta pro Manzanita y de algunos neutrales, sin bocadillo en la mochila, me fui a San Sebastián de los Reyes de excursión.

Esto de las entradas de los toreros en las plazas habría que revisarlo. Los tres conductores de las tres furgonetas las metieron casi en el patio de cuadrillas. Los morantistas, que ya sabéis que son enfervorizada legión, se quedaron con dos palmos de narices porque apenas pudieron verle dar unos pasos antes de entrar, igual que los de Manzanares. De fans de Finito no se conocen noticias.

- Hombre, Juan, tú por aquí, qué raro. ¿Has venido a trabajar?
- No
- Ah, ¿Y para que te has traído todo el equipo?
- No sé, para hacer el tonto.

Tontería 1: ¿Qué coño hacemos al sol? Por Dios, con lo fresquito que se debe de estar en la sombra. No quemaba la piedra, que va. He intentado trabajar la foto todo lo posible pero no he sido capaz de dejarla peor. Lo siento.

Indiscutiblemente, mucho mejor a la sombra.

Tontería 2: Finito de Córdoba. Me enteré de su ¿presencia? en el cartel cuando ya era demasiado tarde. Es un torero en holograma, un torero invisible.

Dio, no obstante, una verónica estimable.

Tontería 3: Al sol, francamente aburrido, ¿qué se puede hacer? Pues el chorra con la cámara. Esto se hace con una velocidad de disparo lenta y moviendo el zoom mientras el obturador esté abierto. Jamás, por favor, toméis una foto de estas en serio.

Esta es sólo velocidad lenta. Manzanita ni siquiera mató bien, que es algo que acostumbra a hacer.

La corrida terminó casi cuando la cogida de Morante. De eso no tengo fotos porque quería ver un ratito los toros sin cámara.

¿Los toros de El Torreón? Pues como Finito, hologramas. Sí, ya sé, los hologramas también hieren.