lunes, 13 de mayo de 2013
Con los de Escolar, otro toque más de Alberto Aguilar
Una vez más, y van dos años sin dar un paso atrás, Alberto Aguilar se va dejando a los aficionados con ganas de más.
A mí me encantaría verlo un par de veces más en este mes de toros. Creo que está en el momento justo para hacer algo muy serio.
Ayer se impuso a un lote chunguillo, como casi toda la corrida. Al tercero lo fue metiendo en el canasto poco a poco hasta convencerlo. Lástima esa última tanda.
Cada vez que se da una tanda de más (o tres, o cuatro) me acuerdo de Juan Mora. Una docena de muletazos, estocada y dos orejas. ¿Cumbre del arte? No. Sentido de la oportunidad. La gente caliente con tres tandas, espada de verdad en la mano y sin que se apaguen los olés del último muletazo, ¡zas!, estocada. Yo no entiendo porque no se ve más.
¿Pudo ser una oreja? No lo sé, esa tanda final desinfló un poco la cosa. Lo que si debió ser fue una vuelta al ruedo. Pero les cuesta arrancar a los matadores, les cuesta.
Y, en general, tres tíos salieron ayer a enfrentarse a una corrida de toros muy seria. Ojalá podamos decir lo mismo esta semana en la que los relojes del mundo entero empiezan a estar amenazados.
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