viernes, 2 de mayo de 2014
Una oreja en Madrid
¿Qué es cortar una oreja en Madrid? Aparte de haber estado muy bien (en la gran mayoría de los casos), cortar una oreja en Madrid es algo así:
Lo primero, la espera. Mientras las mulillas enganchan al toro, o novillo, el presidente se hace siempre el remolón. Eso segundos los novilleros, o matadores, pasan sus fatigas.
Y cuando por fin llega, se libera toda la tensión.
José Garrido pareció quedarse sin fuerzas, como un muñeco de trapo. Cierto es que la suya fue una dura pelea.
Luego vienen los abrazos. Normalmente, subido al estribo, el primero es al mozo de espadas, que suele llevar una botella de agua. No son conscientes de lo feas que salen las botellas de plástico en las fotos.
Enseguida vienen los abrazos con la cuadrilla.
Y qué decir cuando uno de tus banderilleros es tu padre, como el caso de Vicente Soler.
Queda lo más fácil, recoger la oreja. Con otro abrazo, claro.
Y pasearla. Es el momento de soltar alguna lágrima. Qué menos cuando un torero ve cumplido un sueño.
¿Y con dos orejas? Pues eso, con suerte, lo veremos esta tarde.
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