Hoy que andamos preocupados por si “El Madrileño”, fenomenal torero, podrá volver a torear, me gustaría recordar a otro torerazo de plata, que primero lo fue de oro, que en 2004, debido a una desgraciada cogida, también se vio obligado a retirarse de los ruedos: José Andrés Navarro “El Andujano”.
“El Andujano” fue herido toreando un festival en Fuentepreadas (Zamora), el 3 de octubre de 2004. La mala suerte hizo que sufriera una fea rotura en una clavícula que ya tenía dañada. Ninguna de las operaciones a las que se ha sometido desde entonces han dado resultado. Tiene delito que un tío que banderilleó las corridas más duras del campo bravo encuentre el final de su carrera en un festival de pueblo.
Supongo que muchos lo recordamos cuadrando en la cara con enorme poder y saludando después, montera en mano, casi en cada corrida en la que actuó en Las Ventas.
Las últimas tardes que lo vi en Madrid toreó a las órdenes de Frascuelo, Jarocho o Javier Castaño. Mereció mejor fortuna, no sólo respecto a la cogida, sino a su carrera profesional como banderillero. Bregaba con eficacia, banderilleaba de lujo y, además, no buscaba la exhibición gratuita de sus facultades sino el beneficio del jefe de su cuadrilla. Siempre.
Ahora sigue apasionado por los toros, echando un cable, en la medida en que puede, a toreros en los que cree y apenas tienen nada. Igual que cuando banderilleaba, lo hace de verdad, asomándose al balcón a cuerpo limpio, sin taparse ni un poquito.
Suerte, torero.
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