Empezó muy bien la Feria de Otoño por varias razones. Resumo las más importantes, según mi modo de ver: Nadie fue herido, no llovió y un chavalín se llevó una oreja con la que no habría soñado ni en sus momentos de optimismo más desenfrenado.
Lo mejor, ya un poco más en serio, fue este novillo que corretea un poco más arriba. Salió como sobrero con el hierro del Jaral de la Mira. Me pareció bastante encastado y hasta noble. Supongo que Nazaré pensará que era el demonio con cuernos, porque no se atrevió a meterse con él cuando posiblemente tenía delante un novillo de triunfo grande.
Nazaré le cortó una oreja por manoletinas al cuarto, novillo decente de los Hermanos Torres Gallego, otra de las ganaderías que nos hicieron pasar un buen rato en septiembre. Nazaré mató bien y la gente, alguna, se volvió loca. Tal vez la estocada valió la oreja, tal vez.
Pepe Moral no se pareció nada al que arrasó en San Isidro. Puede que la cornada de Arganda le pese. A mí me pesaría, sin duda.
Francisco Pajares debutó en Las Ventas y lo pasó regular con un primer novillo que ignoró su muleta y prefirió siempre su pecho. Eso debe de ser chungo. Fue cogido, por fortuna sin sufrir heridas.
Mañana más. Me apetece ver a Uceda Leal. ¿Será esta vez?
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