jueves, 11 de octubre de 2007

Rafaelillo, la verdad



Esta pancarta (y alguna más) recibió a Rafaelillo, que saludó para agradecer la ovación que nació en el siete. Me parece que lejos de hacerle bien le metió una presión extra que no necesitaba.

Rafaelillo

Rafael, que parece un torero con un corazón enorme, quiso corresponder al cariño con una faena con un exceso de testosterona. Se le ve en la cara del brindis.

Rafaelillo

Eso le hizo, en mi opinión, recibir una tremenda paliza. Hay que ver la mala suerte que tiene este chico. A otros toreros los cogen y el toro se va por su lado pasando de la presa. A él le pegan para reventarlo. Ahora, lo que sí que es suerte es que no llegan a calarlo nunca. ¿Os acordáis de la tremebunda cogida del toro de Palha del año pasado?

Rafaelillo

La faena al segundo me pareció muy intensa, una auténtica pelea. No sé si una cabeza más fría no habría sido más conveniente. Dejo escenas muy emotivas y luego, sorprendentemente, no se le aplaudió con la fuerza suficiente como para dar la vuelta al ruedo. El público que se sienta en los tendidos de Las Ventas es muy raro.

Rafaelillo

El quinto fue uno de los dulces de la corrida. Ahí, y ya lo siento, creo que no dio la talla.

Rafaelillo

El gesto de decepción después de matarlo es bastante elocuente. No perdió crédito, pero tampoco lo ganó. Según está la cosa taurina, eso quiere decir que el año que viene empieza otra vez de cero. En San Isidro, para empezar, la de Dolores y gracias.

Nota al pie
: Hay una exposición de fotografía fantástica en el Círculo de Bellas Artes. Momentos estelares de la fotografía en el siglo XX. Estará hasta el 18 de noviembre.

3 comentarios:

jaqueton dijo...

Eso de que el toro le coja y haga presa no es mala suerte es casta, cuando el toro es una borrega sale corriendo para otro lado o se queda mirando embobado, cuando el toro tiene casta se ensaña.

Anónimo dijo...

La foto del brindis , despues de haberle trasteado la bragueta aviesa e impudicamente, es de ciega determinacion
(" vais a ver quien es Rafaelillo").
El final del segundo es la decepcion hecha imagen. Le tocó el pastueño y se lo dejó ir.

manon dijo...

Pues sí, esas dos fotos son la esencia del articulín.

Ventero, te veo especialmente susceptible hoy. Claro que es casta, pero también es mala suerte. Anda que no hay toros de Santa Coloma (en cualquiera de sus ramas) que cogen y se van. A este no le toca nunca uno de esos.