El anterior artículo, con su foto, que le dediqué a José no le ha gustado. Con razón. La foto era muy mala, pero a veces uno se obceca en un tipo de retrato (ejemplo 1, ejemplo 2, ejemplo 3) y no ve que no a todo el mundo le favorece. Lo siento. Espero que esta le guste más, porque su disgusto hizo que, por primera vez, me arrepintiera de algo de lo que he publicado en este blog (y mira que he hecho cosas malas).
Aquí lo vemos en la tradicional foto de cada temporada con el resto de la cuadrilla que le ayuda en las tareas de corrales. A las órdenes de Florito van abriendo y cerrando puertas para que los toros se reconozcan y enchiqueren. Sin ellos no hay corrida.
Nota: No busquéis el post anterior porque lo he borrado.
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