miércoles, 14 de mayo de 2008
Diego Urdiales
Urdiales, como sabemos todos, entró por la sustitución de Marín. Es uno de los muchos toreros que torean menos que poco. Tragó lo suyo en el túnel de cuadrillas, os lo prometo. Antes pasó un buen rato metido en la capilla. Salió con la hora casi justa.
Fuera, a base de derechazos, naturales y algún grito se fue sacando los nervios.
Hasta que le cortó la oreja al cuarto, menos claro que el primero, al que toreó mejor, pero mató a la última. Vamos, que podía haber salido en hombros de no haber estado en pinchauvas con el primero.
Estuvo en la feria hasta el día previsto para la presentación. Con el lío de José Tomás, en una carambola muy extraña, se quedó fuera. Al final, le ha salido bien este San Isidro y se fue la mar de contento al hotel. Me alegro por él y por Pablo, que se habrá alegrado mucho más que yo.
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2 comentarios:
Gracias por recuperar la sección
Un saludo
Le has sacado un punto Luis Miguel. Esos nervios...
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